Patrimonio de Taboexa

Castro de Altamira

Admirar el Castro de Altamira es admirar la historia de nuestra tierra. Se trata de uno de los mayores yacimientos de piezas de bronce de la época romana, fragmentos de estatuas, un ara de Mercurio e incluso una cabeza de perro, así como diferentes piezas líticas del Paleolítico y del Neolítico. Estas piezas se encuentra repartidas por el Museo de Pontevedra y el Museo de Ponteareas. En este último, la primera sala está dedicada a la prehistoria de Ponteareas y comarca, desde la época paleolítica a la romanización (Destaca el petroglifo de Chan de Gándara y una pequeña colección de bronces del Castro de Altamira, con la figura de un togado).

En el año 1929 se hicieron las primeras excavaciones y se daban a conocer los primeros datos. En 1953, se hacían nuevos descubrimientos y entre 1973 e 1976 se encontraban piezas de oro y plata. En la última excavación, que tuvo lugar en 1999, fueron descubiertas diversas figuras de bronce, como un pedestal, un togado e un aplique.

"Peto de Ánimas” del cementerio viejo

Peto de ánimas en forma de capilla de grandes dimensiones que sirve a su vez de monumento funerario ya que alberga un total de seis cuerpos en su cripta. El retablo es de piedra policromada presidido por la paloma del Espíritu Santo. Inmediatamente por debajo aparece la imagen de san Miguel que lleva en su mano derecha la báscula para pesar las buenas y malas acciones de las ánimas.

Iglesia de Santa María de Taboexa

Muestra del estilo renacentista fue reedificada hacia 1544 sobre la primitiva fábrica románica existente. Al haber sido levantada y modificada por etapas, conserva vestigios arquitectónicos y decorativos de diferentes estilos artísticos. El conjunto arquitectónico se encuentra cerrado por un pequeño muro con Vía Crucis. A nivel interior destaca su cubierta abovedada formada por arcos de medio punto. También sobresalen las esculturas de San Benito y San Mamed.

Otros lugares de interés

En el barrio de Morgallón existe una hipotética "Laxe sacrificial" y un tablero de juegos celtas.
En el camino de la “Adreira” aparece un petroglifo zoomorfo serpentiforme, que corresponde a una gran laxe que tiene grabada una serpiente preñada que mide dos metros justos. Se trata de otro símbolo relacionado con la fecundidad femenina. Al igual que otros petroglifos de Taboexa, este es único hasta el momento por tratarse de un petroglifo zoomorfo serpentiforme “preñado”, puesto que no se conoce otro caso similar, cuando menos en el Noroeste de la Península Ibérica. Los dos metros exactos de longitud que tiene este petroglifo lo convierte en uno de los más grandes hasta ahora documentados en la Península Ibérica de similares características. En esta ruta tampoco se puede perder de vista la Lagareta”, ubicada en la cara sur de la laxe dos penes (en el lugar do Mouro). Grabada en una gran laxe, tiene un riego similar a un corazón que remata en un depósito, cuya capacidad es de siete litros. Sin embargo, lo que realmente impresiona es la capacidad de este depósito conservar el agua de la lluvia limpia y fresca durante muchísimo tiempo.

La laxe dos penes se encuentra muy cerca del Castro de Altamira, en el lugar del Mouro. Consiste en una roca en la que están grabadas las imágenes de dos penes. Según la leyenda, antiguamente las mujeres que querían quedar embarazadas rozaban su sexo contra esta laxe, que parece que tenía poderes fecundadores femeninos.

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